No podía comenzar de otra forma que hablando del método proyectual, de su importancia y de todas las veces que he leído u oído que es necesario tomarlo como forma trabajo, porque el diseño industrial se acerca más a la ingeniería que al arte, y porque sin una planificación es imposible obetener resultados.
Problema
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Solución
Empezaré hablando del ofrecido por uno de los diseñadores más importantes del siglo XX, Bruno Munari, de lo primero que nos enseñaron en la escuela y en torno a lo que gira el resto de año. Partiendo de que todo diseño nace de una necesidad, y entendiendo esa necesidad como un problema no resuelto, Munari nos enseña los pasos a seguir para llegar a una solución de forma sistemática y eficaz.
»El problema no se resuelve por sí mismo, pero en cambio contiene todos los elementos para su solución; hay que conocerlos y utilizarlos en el proyecto de solución.»
Para solucionar primero debemos saber qué se quiere conseguir, comprender el problema en profundidad hasta el mínimo detalle. Un estudio pormenorizado nos llevará a buen término. En su libro de lectura obligada ¿Cómo nacen los objetos? Munari nos describe su método proyectual en sencillos pasos:
Problema
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Definición del problema
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Elementos del problema
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Recopilación de datos
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Análisis de datos
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Creatividad
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Materiales y tecnologías
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Experimentación
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Modelos
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Verificación
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Dibujos constructivos
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Solución
En el libro los describe, y asemeja el proceso con la preparación de un plato: arroz verde.
Problema: ¿qué pretendemos conseguir? Arroz verde.
Definición del problema: definirlo claramente y también las limitaciones que tengamos. Arroz verde con espinacas para 4 personas.
Elementos del problema: detallar todos los aspectos a tener en cuenta. Arroz, espinacas, jamón, cebolla, aceite, sal, pimienta , caldo.
Recopilación de datos: buscar información sobre todos los elementos del problema ¿Alguien lo ha hecho antes?
Análisis de datos: analizar dicha información, orientándonos siempre hacia la solución ¿Cómo lo ha hecho? ¿Puedo aprender algo de él?
Creatividad: dar propuestas y establecer el concepto. Siguiendo el proceso y al contrario que una idea romántica cualquiera, la creatividad se mantiene dentro de los límites del problema, proponiendo soluciones reales. ¿Cómo podemos conjugarlo de forma correcta?
Materiales y tecnologías: el entorno del ordenante (quien buscar solucionar el problema) y la situación de la industria limita o facilita unos u otros. Serán aspectos a tener en cuenta, para lo que podría necesitarse una nueva toma de datos. ¿Qué arroz? ¿Qué cazuela? ¿Qué fuego?
Experimentación: con dichos materiales y tecnologías, a fin de definir un proceso que se adapte lo mejor posible al resultado que pretendemos. Vuelve a entrar en juego la creatividad, como solución a partir de una documentación previa. Pruebas y ensayos
Modelos: de la experimentación se obtendrán resultados que cumplan con los condicionantes del problema. Muestra definitiva.
Verificación: se revisará que el modelo (o modelos) obtenidos cumplen con todos los requisitos. Bien, vale para 4.
Dibujos constructivos: se realizarán los dibujos constructivos y redactarán las indicaciones necesarias para que el modelo definitivo pueda ser llevado a producción. No hay que olvidar que el diseño industrial tiene como objeto la búsqueda de soluciones a un problema, para su posterior fabricación en serie. Escribir la receta.
Solución: ¿se han satisfecho las necesidades planteadas? Arroz verde servido en plato caliente.
Vemos como siguiendo las pautas podemos encontrar soluciones adecuadas para todo tipo de problemas, en este caso de diseño, pero también, como nos muestra Munari, para la elaboración de una sencilla receta de cocina.
Y hasta aquí el primer encuentro con el método, para otro día un tema cruzado que me ha llamado la atención: la creatividad.
Suena: Leader of men – Nickelback
Supertwister 